Introducción
La colimación del haz láser es un aspecto fundamental en muchos métodos analíticos, donde a menudo se utiliza un láser de onda continua (OC) como fuente de excitación. Las técnicas como la fluorescencia, la dispersión Raman, la absorción y la dispersión Rayleigh emplean láseres para transferir energía a las moléculas, induciendo la excitación o la extracción de energía. La elección del tipo de láser es fundamental, ya que afecta la capacidad de enfoque y la uniformidad de la intensidad del haz. Para requisitos de iluminación uniforme y de alta resolución, son esenciales tipos específicos de láseres de OC.
Tipos de láseres CW para aplicaciones analíticas
Los láseres de onda continua varían en tipo y estructura, y están diseñados para diferentes aplicaciones en el espectro visible e infrarrojo cercano (NIR). Predominan dos tipos principales: los láseres de diodo y los láseres de estado sólido bombeados por diodo (DPSS). Los láseres de diodo son más compactos y económicos, mientras que los láseres DPSS suelen ofrecer una mayor calidad del haz. Cada tipo se puede configurar en varios módulos, como espacio libre, fibra monomodo (SMF), fibra multimodo (MMF) y fibra que mantiene la polarización (PMF). La siguiente tabla compara las características de las técnicas de colimación para láseres de diodo y DPSS.
Modos espaciales del láser CW
Los láseres CW funcionan en modo espacial único (SM) o en modos espaciales múltiples (MM), que también se conocen como “modos transversales” o “modos de haz”. Estos modos afectan el perfil del haz y son fundamentales para determinar la enfocabilidad y la calidad del haz. Los láseres suelen seleccionarse en función de la aplicación prevista, ya que los láseres SM generalmente brindan una mejor calidad del haz y enfocabilidad, mientras que los láseres MM ofrecen una mayor potencia de salida.
Métodos para la colimación del haz láser
La colimación del haz implica ajustar la salida del láser para minimizar la divergencia. Esto es particularmente importante en microscopía y espectroscopía, donde la divergencia debe ser inferior a 2 mrad. Los láseres de diodo de cavidad corta, por ejemplo, producen haces altamente divergentes que requieren colimación. El método más sencillo utiliza una sola lente asférica para reducir la divergencia; sin embargo, a menudo se emplean configuraciones más complejas, como sistemas de dos lentes, también conocidos como telescopios, para lograr una mayor precisión y control sobre el tamaño del haz.
El método más simple para colimar un haz láser es utilizar una sola lente asférica. La distancia focal de la lente influye directamente en el diámetro del haz después de la colimación, y las distancias focales más largas producen diámetros de haz más grandes. Este método se utiliza ampliamente debido a su simplicidad, aunque puede introducir aberraciones si no se alinea correctamente.
Sistemas de dos lentes
Un sistema de dos lentes, o telescopio, utiliza una lente negativa y una positiva para colimar y expandir o contraer el haz. Esta configuración es la preferida en aplicaciones que requieren un control preciso del radio del haz y es particularmente útil para mejorar la calidad del haz y reducir el astigmatismo en los haces láser de diodo.
Calidad y medición del haz
La calidad de un haz láser suele evaluarse mediante el factor de calidad del haz, M², que mide la aproximación del haz a un perfil gaussiano. Un valor M² de 1 indica un haz gaussiano ideal, mientras que los valores más altos indican desviaciones. Los láseres DPSS de baja potencia suelen presentar una alta calidad del haz con factores M² bajos, mientras que los láseres DPSS de alta potencia y los láseres de diodo tienden a tener una calidad del haz más pobre debido a los efectos térmicos.
Circularización de rayos láser elípticos
Los láseres de diodo generalmente emiten haces con una sección transversal elíptica, lo que requiere pasos adicionales para circularizar el haz para ciertas aplicaciones. Un enfoque utiliza dos lentes cilíndricas ortogonales para abordar la divergencia a lo largo de diferentes ejes, lo que da como resultado un perfil de haz más circular. Otra técnica implica prismas anamórficos, que ajustan la forma del haz expandiendo o comprimiendo un eje. Cada método tiene sus fortalezas y limitaciones, como se muestra en la tabla.
Estabilidad de apuntamiento y homogeneidad del perfil del haz
La estabilidad de la orientación del haz es esencial para aplicaciones que requieren alta precisión. Factores como las vibraciones mecánicas y la expansión térmica de los componentes pueden provocar fluctuaciones del haz. La alineación cuidadosa de los elementos ópticos y el control de la temperatura de los componentes calentados son cruciales para minimizar la inestabilidad de la orientación.
A pesar de que a veces presentan un perfil de haz deficiente en el campo cercano, los láseres de diodo pueden lograr una buena capacidad de enfoque a distancias más largas. Mediante pruebas rigurosas, se ha demostrado que los rayos láser mejoran en homogeneidad y se vuelven más circulares cerca del punto focal, lo que respalda su uso en aplicaciones que exigen una alta capacidad de enfoque.
Reflexiones finales
Las técnicas de colimación láser varían en gran medida según el tipo de láser y los requisitos de la aplicación. Los láseres de diodo proporcionan una solución rentable para muchos usos, pero pueden requerir componentes adicionales para una calidad óptima del haz. Los láseres DPSS, aunque más costosos, ofrecen una calidad de haz y una capacidad de enfoque superiores. Integrated Optics ofrece una gama de opciones de colimación, con soluciones acopladas a fibra para aplicaciones de alta demanda. En última instancia, la elección entre láseres de diodo y DPSS debe tener en cuenta factores como la calidad del haz, la capacidad de enfoque y las limitaciones presupuestarias.